19/02/2025
La infidelidad es un fenómeno complejo que no distingue de género. Aunque estadísticamente se registran más casos de hombres infieles, las mujeres también pueden verse involucradas en relaciones extramatrimoniales, tomando decisiones que afectan su vida en pareja. Reconocer las señales puede ser difícil, pero existen indicios que podrían sugerir la existencia de una relación clandestina.

Indicios de que una Mujer Podría Tener un Amante
Observar cambios significativos en el comportamiento y la rutina de una persona puede ser una de las primeras alarmas. Cuando una mujer tiene un amante, su conducta a menudo experimenta transformaciones notables y a veces drásticas.
- Cambios Drásticos en el Comportamiento y la Rutina: Una señal clave es la alteración repentina y marcada en su forma de ser y en sus hábitos diarios. Puede volverse más distante emocionalmente de su pareja actual, mostrando menos interés en compartir tiempo o intimidades. Su rutina puede cambiar significativamente, adoptando nuevos horarios para salir o llegar a casa sin una explicación clara o convincente. Las desapariciones misteriosas, aunque sean por periodos cortos, sin justificación aparente, también pueden ser un indicio. Incluso los cambios de look inesperados y radicales podrían, en algunos contextos, estar relacionados con el deseo de agradar a una nueva persona en su vida.
- Aumento Inexplicable de Gastos: Mantener una relación clandestina a menudo conlleva costos adicionales. Si una mujer tiene un amante, es probable que comience a gastar más dinero de lo habitual en cosas que no puede o no quiere explicar detalladamente. Estos gastos pueden estar relacionados con regalos, salidas, encuentros, o simplemente con la necesidad de mantener una apariencia o estilo de vida asociado a la nueva relación. La falta de transparencia en el manejo del dinero o la aparición de gastos injustificados pueden ser una señal de alerta.
- Nuevas Amistades y Cambios en el Estilo de Vida: Otra señal a considerar es la aparición repentina de nuevas amistades que empiezan a ocupar una parte importante de su tiempo y energía. Estas 'nuevas amistades' a menudo son la fachada para encuentros con el amante. Esto puede llevar a cambios drásticos en su estilo de vida y rutina social, prefiriendo pasar tiempo con este nuevo círculo o participar en actividades que antes no le interesaban, todo ello para poder frecuentar a la persona con la que mantiene la relación secreta.
Posibles Razones Detrás de la Infidelidad Femenina
Las motivaciones que llevan a una mujer a buscar una relación fuera de su pareja pueden ser diversas y complejas, abarcando tanto aspectos emocionales como físicos.
Las razones pueden ser variadas, desde la búsqueda de satisfacción carnal hasta la necesidad de una conexión sentimental que sienten que falta en su relación actual. Algunas mujeres buscan la diversión y la excitación que les permite salir de la rutina o el tedio en el que sienten que ha caído su relación de pareja establecida. Otras pueden estar buscando la conexión emocional o íntima que ya no sienten con su compañero, encontrándola en otra persona.
El Significado y la Historia del Término 'Amante'
El concepto de 'amante' tiene una definición que ha evolucionado a lo largo del tiempo y un rico trasfondo histórico, especialmente en ciertas épocas y contextos sociales.
Según el diccionario de la Real Academia Española, 'amante' puede referirse a una persona que ama algo o a alguien con gran pasión (por ejemplo, un amante del arte). Como sustantivo, describe a las personas que se aman mutuamente, especialmente si hay una intensa atracción emocional o sexual y un deseo de compartir la vida. Sin embargo, una acepción muy extendida es la de la persona que mantiene una relación amorosa fuera del matrimonio.
Actualmente, el término 'amante' se utiliza comúnmente para describir a un hombre o una mujer que sostiene una relación sexual y afectiva, a menudo de duración considerable, con alguien que ya está casado. Esta relación se da al margen del matrimonio existente. La palabra está intrínsecamente ligada al concepto de adulterio, que históricamente e incluso hoy en día en algunos lugares, ha tenido implicaciones legales y sociales significativas. Para las personas que no están casadas, se prefieren términos como 'novio/a' o 'pareja'.
Contexto Histórico y Social de los Amantes
Históricamente, el rol del amante, particularmente en el caso de las mujeres, a menudo implicaba ser mantenida económicamente por la persona casada, usualmente alguien con una posición acomodada, para asegurar un nivel de vida confortable o incluso lujoso. En algunos casos, a los amantes masculinos se les ha referido con el término 'gigoló'. En siglos pasados, las mujeres en esta posición podían desempeñar roles que variaban entre los de amantes y cortesanas, dependiendo de su situación y de las circunstancias sociales y económicas.
Las amantes más notorias y estudiadas desde una perspectiva histórica son las amantes reales de los monarcas europeos. Figuras como Diana de Poitiers, Barbara Villiers, Nell Gwyn o Madame de Pompadour son ejemplos destacados de mujeres que, a través de su relación con reyes, ejercieron influencia y dejaron su huella en la historia. Sin embargo, la práctica de tener una amante no se limitaba a la realeza y la nobleza; estaba extendida en otras clases sociales. Cualquier hombre con los medios económicos suficientes, ya fuera un comerciante opulento o un joven noble, podía mantener una mujer. Para una mujer joven, ser amante podía ser una ocupación, con la esperanza, si tenía suerte, de llegar a casarse con su amante o con otro hombre de alta posición social.
La literatura y el arte también han reflejado la figura del amante. La balada folclórica inglesa 'Los tres cuervos' (1611) narra la lealtad de la amante de un caballero asesinado, destacando su devoción por encima de la de la esposa. El pintor Eugène Delacroix, en su obra 'El duque de Borgoña muestra a su amante al duque de Orléans' (1825), retrata un encuentro que pone de manifiesto la complejidad y las dinámicas sociales de estas relaciones en la época.

En las cortes europeas de los siglos XVII y XVIII, como Versalles o Whitehall, las amantes a menudo poseían considerable poder e influencia. Un rey podía tener varias amantes, pero una única 'amante favorita' o 'amante oficial' ('maîtresse en titre' en francés) podía ejercer una influencia notable en asuntos de estado y en la vida cortesana. Madame de Pompadour, amante de Luis XV, es un claro ejemplo de la influencia que una amante podía llegar a tener. Las relaciones de figuras como Luis XV o Carlos II con sus amantes eran a menudo 'secretos a voces' en la corte. Incluso figuras religiosas de alto rango, como el Papa Alejandro VI, mantuvieron amantes, desafiando los votos de celibato. Aunque los extremadamente ricos podían mantener a una amante de por vida, incluso después de terminada la relación romántica (como Jorge II de Gran Bretaña con Henrietta Howard), esto no era lo habitual para la mayoría.
El dramaturgo Henry Fielding, en su obra 'Pasquin' (1736), satirizaba la moral de la época, sugiriendo que el matrimonio se había convertido en una formalidad para la subsistencia familiar, mientras que tanto esposos como esposas se dedicaban a 'mantener y ser mantenidos' en relaciones extramatrimoniales.
La figura de Jeanne Poisson, marquesa de Pompadour, es particularmente ilustrativa. Proveniente de una familia con problemas legales, recibió una educación privada y se casó joven con un financiero. Su encuentro con Luis XV en un baile de máscaras dio inicio a una relación que se hizo pública y le otorgó el título de marquesa. Su influencia sobre el rey y en la corte fue inmensa hasta su fallecimiento a los 43 años en 1764.
Durante el siglo XIX, con el auge de una moralidad más puritana, tener una amante se volvió una práctica más discreta, pero paradójicamente, esta rigidez moral también podía aumentar el deseo de los hombres de buscar relaciones fuera del matrimonio. Si un hombre de clase alta se casaba con una mujer de igual rango, educada a menudo en la creencia de que el sexo era únicamente para la procreación, podía buscar en una amante una compañera menos recatada y con la que explorar otros aspectos de la intimidad.
No siempre la amante se encontraba en una posición financiera o social inferior. Catalina la Grande, por ejemplo, tuvo varios amantes durante su reinado. A pesar de ser una viuda libre para casarse, optó por no compartir su poder con un esposo, manteniendo el control absoluto. En la literatura, 'El amante de Lady Chatterley' de D. H. Lawrence presenta un caso en el que una mujer toma un amante de una clase social inferior. Hasta hace relativamente poco, esta situación era considerada mucho más escandalosa que la inversa.
El Concepto en el Siglo XX y Más Allá
En el siglo XX, a medida que las mujeres accedieron a una mayor educación y autonomía económica, disminuyó el número de aquellas que veían en ser amante una opción viable o deseable a largo plazo. Era más probable que buscaran relaciones con hombres solteros. Con la creciente aceptación social del divorcio, se volvió más fácil para los hombres separarse de sus esposas y casarse con mujeres que, en épocas anteriores, habrían sido sus amantes. No obstante, la práctica de tener una amante persistió entre algunos hombres casados, especialmente aquellos con grandes fortunas.
En algunas ocasiones, los hombres llegaron a casarse con sus amantes. Sir James Goldsmith, al casarse con su amante Lady Annabel Birley, bromeó diciendo: «Cuando alguien se casa con su amante, se está creando una oportunidad laboral», reflejando una perspectiva particular sobre la institución del matrimonio y las relaciones extramatrimoniales.
Preguntas Frecuentes sobre la Infidelidad Femenina y los Amantes
- ¿Es menos común la infidelidad en mujeres que en hombres?
Según la información proporcionada, existen más casos de infidelidad por parte de hombres, pero esto no significa que las mujeres estén exentas de cometer una traición. La infidelidad no es una cuestión de género. - ¿Cuáles son las señales principales de que una mujer tiene un amante?
Las señales incluyen un cambio drástico en su comportamiento y rutina (distancia, nuevos horarios, desapariciones, cambios de look), un aumento inexplicable en sus gastos, y la aparición de nuevas amistades que alteran su estilo de vida y rutina social. - ¿Por qué una mujer podría tener un amante?
Las razones pueden ser variadas, desde la búsqueda de diversión y escapar de la rutina en su relación de pareja, hasta la necesidad de encontrar una conexión (carnal o sentimental) que siente que le falta con su pareja actual. - ¿Qué significa el término 'amante'?
Originalmente, alguien que ama apasionadamente. En un sentido más específico, se refiere a una persona que mantiene una relación amorosa o sexual fuera del matrimonio. Históricamente, a menudo implicaba ser mantenido económicamente. - ¿Ha cambiado el rol del 'amante' a lo largo del tiempo?
Sí, ha evolucionado. Desde figuras con gran poder e influencia en cortes europeas, pasando por un rol más discreto en el siglo XIX, hasta el siglo XX donde la autonomía femenina y el divorcio cambiaron las dinámicas, aunque la práctica persistió en ciertos estratos sociales.
Comprender las posibles señales y el contexto histórico del concepto de amante puede ofrecer una perspectiva más amplia sobre la complejidad de las relaciones humanas y la infidelidad. El comportamiento asociado a una relación clandestina a menudo se manifiesta a través de cambios perceptibles en la rutina y la interacción con la pareja establecida, aunque la historia del término revela una evolución fascinante de roles y dinámicas sociales.
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