10/03/2025
Los muebles de ratán aportan un toque natural, elegante y acogedor a cualquier espacio, ya sea en interiores o exteriores. Su belleza inherente y su tejido característico los convierten en piezas muy apreciadas. Sin embargo, como cualquier otro mueble, requieren un mantenimiento adecuado para conservar su atractivo a lo largo del tiempo. La limpieza regular no solo ayuda a que se vean bien, sino que también previene el deterioro, el crecimiento de moho y la acumulación de suciedad que podría dañar el material delicado. Afortunadamente, limpiar el ratán no es una tarea complicada si se siguen los pasos correctos y se utilizan los productos adecuados. La clave está en la suavidad y en evitar el exceso de humedad.

Primeros Pasos: Limpieza Básica y Regular
El mantenimiento preventivo es la mejor defensa contra la suciedad incrustada y los daños. La limpieza regular de tus muebles de ratán debería formar parte de tu rutina de cuidado del hogar, especialmente para aquellos situados al aire libre. Estos pasos sencillos te ayudarán a mantener la superficie libre de polvo y residuos sueltos.

Eliminación de Polvo y Suciedad Superficial
Empieza siempre por quitar el polvo y la suciedad suelta. Para esto, puedes usar un paño suave, un plumero o, de manera muy efectiva, un aspirador de mano o un accesorio de cepillo suave para aspiradora. Pasa suavemente por toda la superficie, prestando especial atención a los recovecos del tejido donde el polvo tiende a acumularse. Este paso es crucial para evitar que la suciedad se convierta en barro al aplicar humedad.
Limpieza de Manchas Específicas
Si hay derrames o manchas localizadas, actúa rápidamente. Utiliza un paño húmedo para limpiar suavemente el área afectada. Es fundamental no usar demasiada agua. Un paño ligeramente humedecido es suficiente para la mayoría de las manchas frescas. La rapidez es clave para evitar que la sustancia se absorba en las fibras del ratán.
Limpieza Profunda con Jabón Suave
Para una limpieza más a fondo, cuando la suciedad no sale solo con un paño húmedo, puedes recurrir a una solución de jabón suave. Este método es seguro para la mayoría de los muebles de ratán si se aplica correctamente.
Preparación de la Solución
Mezcla una pequeña cantidad de jabón suave (como un jabón líquido para platos delicados o un jabón específico para muebles) con agua tibia en un cubo. La proporción debe ser muy diluida, solo lo suficiente para crear una ligera espuma. Evita usar productos de limpieza agresivos, detergentes fuertes o abrasivos, ya que pueden dañar la superficie y el acabado del ratán.
Aplicación y Limpieza
Sumerge un paño suave o una esponja en la solución jabonosa. Es vital escurrir muy bien el paño o la esponja antes de aplicarla sobre el mueble. Debe estar húmedo, no empapado. Limpia suavemente la superficie del mueble, frotando con delicadeza en las áreas sucias. Si encuentras suciedad incrustada en los tejidos, un cepillo de cerdas suaves (como un cepillo de dientes viejo) puede ser útil para llegar a esos rincones difíciles, siempre usando movimientos suaves y sin ejercer demasiada presión.
Aclarado Cuidadoso
Después de limpiar con la solución jabonosa, es necesario aclarar para eliminar cualquier residuo de jabón. Usa otro paño limpio, esta vez humedecido solo con agua limpia y bien escurrido. Pasa el paño húmedo por toda la superficie para retirar los restos de jabón. Es importante enjuagar el paño con frecuencia para asegurar que estás eliminando el jabón y no solo extendiéndolo.
Secado: Un Paso Crítico para el Ratán
El secado es quizás el paso más importante en la limpieza del ratán para prevenir daños a largo plazo, especialmente la deformación, el agrietamiento o el crecimiento de moho. El ratán es sensible al exceso de humedad.
Eliminación de Exceso de Humedad
Inmediatamente después de la limpieza y el aclarado, utiliza un paño limpio y seco (una toalla vieja funciona bien) para secar la mayor cantidad de humedad posible de la superficie. Absorbe el agua frotando suavemente.
Secado al Aire Libre
Permite que el mueble se seque completamente al aire libre. Si es posible, colócalo en un área bien ventilada. El ratán natural puede secarse bajo el sol o, preferiblemente, a la sombra, ya que la sombra permite un secado más gradual y controlado. El ratán sintético suele tolerar mejor el sol directo, pero siempre es mejor un secado al aire. Asegúrate de que cada fibra y cada recoveco estén completamente secos antes de volver a usar el mueble o guardar cojines.
¡Importante! Nunca utilices fuentes de calor artificial como secadores de pelo, radiadores o calefactores para acelerar el secado. El calor intenso puede hacer que las fibras de ratán se sequen demasiado rápido, se vuelvan quebradizas y se agrieten.
Consideraciones Específicas
Limpieza de Ratán Natural
El ratán natural es particularmente vulnerable al exceso de agua. Si accidentalmente mojas mucho un mueble de ratán natural, es absolutamente crucial dejarlo secar perfectamente antes de guardarlo. Un secado prolongado al aire libre, incluso bajo el sol (aunque la sombra es más segura), es necesario para asegurar que no quede humedad atrapada que pueda causar deformación o pudrición con el tiempo. Una vez limpio y seco, el ratán natural no necesita aceites ni ceras; desarrolla una pátina natural con el tiempo que le da carácter sin perder su brillo.

Limpieza de Ratán para Exterior
Los muebles de ratán para exterior (a menudo de ratán sintético o materiales resistentes a la intemperie) están expuestos a elementos como la lluvia, el polvo, el polen y, potencialmente, moho y algas. Requieren una limpieza regular para evitar que estos problemas se desarrollen.
Comienza retirando la suciedad suelta con un cepillo de cerdas suaves o un paño. Luego, prepara una solución de agua tibia con unas gotas de jabón líquido, como el jabón para platos. Nunca uses lejía (cloro) en el ratán sintético para la limpieza general, ya que puede decolorar el material y alterar sus fibras. Limpia el mueble con un paño humedecido en esta solución, frotando suavemente.
Después de limpiar, aclara bien el mueble con agua limpia para eliminar todos los residuos de jabón. Puedes usar una manguera con baja presión (nunca una hidrolimpiadora, ver más abajo) para este paso si el mueble está al aire libre y el material lo permite. Finalmente, seca el exceso de agua con un paño seco y deja que el mueble se seque completamente al aire, idealmente al sol o en un área muy bien ventilada.
Prevención y Tratamiento de Moho y Algas
El moho y las algas son problemas comunes en muebles de exterior o en aquellos almacenados en ambientes húmedos. La prevención es clave.
Prevención
La mejor manera de prevenir el moho y las algas es almacenar el ratán en un área seca y bien ventilada. Si vives en un clima húmedo, considera usar un deshumidificador en el espacio donde guardas los muebles. Aunque el ratán soporta bien el sol, no tolera bien la humedad constante. Evita dejar muebles de ratán natural directamente sobre césped húmedo por largos períodos. Para muebles de exterior, asegúrate de que se sequen completamente después de la lluvia. Cubrir los muebles puede ser una opción en la temporada baja, pero el ratán se beneficia de la ventilación, así que si los cubres, asegúrate de que no atrapen la humedad debajo.
Tratamiento
Si ya ha aparecido moho o algas, es importante actuar rápidamente para evitar que se extiendan. Para el moho, puedes probar una solución de agua tibia con una taza de lejía (cloro) para un cubo de agua, pero ¡úsa esta solución con extrema precaución y solo si el material lo permite y has probado en una zona poco visible! La lejía puede dañar el ratán natural y decolorar el sintético. Una alternativa más segura, especialmente para algas verdes, es una mezcla de vinagre blanco. Mezcla dos partes de vinagre blanco con una parte de agua y añade tres cucharadas de bicarbonato de sodio. Aplica esta mezcla sobre las manchas de algas con un cepillo (puede ser uno de fregar suave). Deja actuar unos diez minutos y luego frota suavemente para eliminar los residuos. Si la mancha persiste, repite el proceso. Siempre aclara bien la zona tratada con agua limpia y sécala completamente.
Preguntas Frecuentes sobre la Limpieza del Ratán
¿Se puede usar vinagre en el ratán?
Sí, el vinagre blanco diluido es una buena opción natural, especialmente para tratar manchas de algas verdes. Una mezcla de vinagre blanco, agua y bicarbonato de sodio puede ser efectiva para este propósito. Sin embargo, úsalo con moderación y aclara bien después.
¿Se puede usar lejía (cloro) en el ratán?
Se recomienda evitar la lejía en el ratán, tanto natural como sintético, para la limpieza general. Puede causar decoloración y dañar las fibras. Solo debe considerarse, con mucha precaución y probando primero en un área oculta, para el tratamiento específico de moho severo, pero existen alternativas más seguras.
¿Se puede usar una hidrolimpiadora (máquina de presión) en el ratán?
No. Definitivamente, no se recomienda usar una hidrolimpiadora en muebles de ratán. La presión del agua es demasiado fuerte y puede dañar seriamente el tejido delicado, rompiendo las fibras y deformando la estructura del mueble de forma permanente.
Conclusión
Mantener tus muebles de ratán limpios y en buen estado es fundamental para disfrutar de su belleza y comodidad durante muchos años. La limpieza regular, el uso de métodos suaves, evitar el exceso de agua y asegurar un secado completo son las claves para su cuidado. Ya sea ratán natural o sintético, interior o exterior, seguir estos consejos te ayudará a prevenir problemas como la acumulación de suciedad, las manchas, el moho y el deterioro general. Con un poco de atención y los cuidados adecuados, tus muebles de ratán seguirán siendo piezas destacadas en tu hogar, luciendo siempre impecables.
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