19/02/2025
Todos hablamos de la importancia de un buen colchón para asegurar un descanso reparador, esa pieza clave que nos permite levantarnos cada mañana sintiéndonos renovados. Sin embargo, existe un componente fundamental en nuestra cama que a menudo pasa desapercibido: el somier. Lejos de ser un simple soporte, el somier juega un papel crucial en el rendimiento y la durabilidad de nuestro colchón, así como en nuestra propia higiene y comodidad.

Un somier adecuado no solo proporciona la firmeza y estabilidad necesarias para que el colchón mantenga sus propiedades a lo largo del tiempo, sino que también lo protege de factores externos como la humedad, el frío y el polvo que provienen del suelo. Permite una correcta ventilación, esencial para disipar el sudor y mantener el colchón seco, lo que a su vez previene la acumulación de bacterias y ácaros. Si sientes que tu actual base de cama no está cumpliendo su función, o si has adquirido un nuevo colchón que no se adapta bien a tu antiguo somier, es el momento de informarte y tomar una decisión que mejorará significativamente la calidad de tu sueño.
5 Claves para Elegir el Somier que Necesitas
Ante la vasta oferta de somieres con diferentes estructuras, materiales y funcionalidades, puede resultar abrumador saber cuál es el más adecuado para ti. Aquí te presentamos cinco aspectos fundamentales en los que debes fijarte antes de explorar los distintos modelos disponibles en el mercado:
La pareja colchón-somier: La compatibilidad entre tu colchón y tu somier es primordial. El material y el tipo de colchón que posees (o planeas adquirir) determinarán el tipo de somier más conveniente. Por ejemplo, un colchón de muelles ensacados no es compatible con una cama articulada. Lo ideal es, si es posible, comprar ambas piezas conjuntamente. Si solo vas a reemplazar el somier, ten muy claro si debe funcionar con tu colchón actual o si tienes planes de cambiar este último pronto.
Materiales indeformables: Es esencial que los materiales de fabricación del somier sean robustos y no se deformen con el uso continuado. Una base que se mantiene recta y estable garantiza que el colchón permanezca en su posición correcta, proporcionando el soporte uniforme que tu cuerpo necesita.
Tamaño: El tamaño del somier debe coincidir exactamente con el de tu colchón. Ni más grande, ni más pequeño. Asegurar las dimensiones correctas es crucial para la estabilidad, el soporte y la estética de tu cama.
Espacio extra: ¿Necesitas maximizar el espacio de almacenamiento en tu dormitorio? Considera la altura de las patas del somier si planeas guardar cajas debajo. Si buscas una solución más integrada y protegida del polvo, un canapé con base abatible puede ser la opción perfecta, ofreciendo un amplio espacio de almacenaje cerrado.
Extras y funcionalidades: Los somieres modernos ofrecen una amplia gama de características adicionales. Desde modelos plegables que facilitan su almacenamiento hasta bases articuladas para mayor comodidad al leer o por necesidades médicas. Dado que un somier es una inversión a largo plazo, piensa en qué funcionalidades extra podrían mejorar tu calidad de vida o adaptarse a tus necesidades futuras.
Tipos de Somier
Para tomar una decisión informada, es vital conocer los diferentes tipos de bases de cama disponibles y cómo se adaptan a distintas necesidades y tipos de colchones.
Somier Fijo: Es el diseño más tradicional y común. Consiste en una base (generalmente de láminas o tapizada) sobre la que descansa el colchón, mantenido siempre en posición horizontal. Su sencillez lo hace versátil, aunque ofrece menos funcionalidades que otros tipos.
Somier Articulado: Este tipo de somier incorpora un sistema motorizado que permite modificar la inclinación de diferentes secciones (cabeza, tronco, piernas) mediante un mando. Son ideales para personas que pasan mucho tiempo en cama, por motivos de salud o simplemente para encontrar la postura más cómoda para leer o ver televisión. Requieren colchones flexibles (látex, espuma, viscoelástica).
Somier con Patas Fijas: Proporcionan estabilidad y suelen dejar un espacio libre debajo de la cama, útil para almacenamiento o facilitar la limpieza (especialmente si las patas son altas).
Somier Plegable: Diseñados para ser fácilmente guardados cuando no se usan. Son perfectos para camas auxiliares, visitas o en espacios reducidos donde se necesita flexibilidad.
Somier Sin Patas: Pensados para ser integrados dentro de una estructura de cama existente (como una cama nido o un armazón de madera). También existen modelos enrollables sin patas, muy prácticos para reforzar bases o para un uso ocasional.
Somier de Dos Cuerpos (Gemelos): Consiste en dos somieres individuales unidos para formar una cama de matrimonio. Permiten que cada persona tenga su propia base, ideal si hay diferencias de peso o preferencias de firmeza, o si se usan con colchones articulados individuales.
Base Tapizada: Se trata de una estructura rígida (generalmente un tablero de madera aglomerada) recubierta por un tejido tapizado, a menudo acolchado. Proporcionan una gran firmeza y estabilidad, siendo una excelente opción para colchones de muelles ensacados. Es importante que el tejido sea transpirable para asegurar una buena ventilación.
Canapé Abatible: Similar a una base tapizada en su superficie de descanso, pero con una estructura tipo arcón que llega hasta el suelo, ofreciendo un gran espacio de almacenamiento interno. La tapa (el somier o base) se eleva mediante pistones hidráulicos. Son ideales para maximizar el espacio y mantener el área bajo la cama libre de polvo.
Somier de Láminas: Este es uno de los tipos más populares. Consiste en un conjunto de láminas (generalmente de madera, como haya o chopo) montadas sobre un bastidor. La flexibilidad de las láminas proporciona adaptabilidad y favorece la ventilación del colchón. Son muy recomendables para colchones de látex y espuma/viscoelástica.
Somier Elevable: Un tipo menos común pero muy funcional, especialmente en entornos hoteleros o para personas con problemas de movilidad. Incorporan un mecanismo que eleva horizontalmente toda la cama a la altura de la cadera, facilitando tareas como hacer la cama o atender a alguien encamado.
Compatibilidad del Somier con tu Colchón
Como mencionamos, la pareja colchón-somier es fundamental. Aquí te detallamos la mejor combinación según el tipo de colchón:
Colchón de Látex: Requiere máxima transpirabilidad y flexibilidad. Un somier de láminas de madera (preferiblemente de haya tratada) es la opción ideal. Las láminas deben ser relativamente flexibles y permitir la circulación del aire. También funcionan bien con somieres articulados.
Colchón de Espuma o Viscoelástico: Son muy adaptables y funcionan bien con la mayoría de bases. Si buscas flexibilidad, un somier de láminas es una buena elección. Si prefieres mayor firmeza, una base tapizada es adecuada. También son compatibles con somieres articulados.
Colchón de Muelles Ensacados: Necesitan una base rígida y uniforme para mantener su estructura y firmeza. La mejor opción es una base tapizada o una base con tablero perforado. No se recomiendan con somieres de láminas flexibles ni con camas articuladas, ya que doblar su estructura puede dañarlos.
Elementos Básicos de una Buena Cama Base
Conocer las partes de un somier te ayudará a evaluar su calidad y durabilidad:
El Bastidor: Es la estructura principal que soporta todo el peso. Puede ser de madera (más robusto, estético y duradero, pero caro) o de metal (más económico y ligero, pero potencialmente menos resistente). Fíjate en el grosor del perfil (mínimo 1.5 mm en metal) y si incluye travesaños de refuerzo.
La Base del Somier: Es la superficie que está en contacto directo con el colchón. Puede ser un tablero rígido (en bases tapizadas o canapés) o láminas (de madera o metal). Las láminas de madera de haya tratada ofrecen mejor adaptabilidad y duración. Las láminas de metal son más económicas pero menos adaptables y pueden generar electricidad estática. La flexibilidad, grosor, ancho, disposición y número de láminas influyen directamente en el soporte y la adaptabilidad.
Las Patas: Deben ser estables. Es recomendable que tengan algún sistema de regulación para compensar suelos irregulares. Las camas grandes suelen necesitar una pata central de refuerzo. Busca patas con protectores (plástico, fieltro) para no dañar el suelo.
El Taco o Rótula: Es la pieza que une las láminas al bastidor. Su material y sistema de fijación son importantes. Los fijos (comunes en metal) son rígidos. Las cápsulas basculantes (plástico, caucho, Hytrel) ofrecen mayor adaptabilidad al peso y movimiento. Las rótulas con amortiguadores especiales añaden elasticidad, beneficioso para personas con sobrepeso o problemas de espalda. El caucho y el Hytrel son más flexibles, ideales para colchones de látex y viscoelástica; el plástico es más firme, mejor para muelles.
Otros Aspectos a Considerar
Peso Soportado: Es vital asegurarse de que el somier puede soportar el peso combinado del colchón y las personas que dormirán en él. Los fabricantes suelen especificar el peso máximo. Un somier estándar de 80-105 cm soporta unos 120 kg. Uno de 135-150 cm, unos 180 kg totales. Para pesos superiores, busca modelos reforzados.
Ruido: Un somier ruidoso puede perturbar el descanso. Los chirridos suelen deberse a la calidad de las rótulas o las uniones metálicas. Busca modelos que incorporen sistemas antirruido o rótulas de materiales como Hytrel o caucho.
Textiles Transpirables y Válvulas de Ventilación: Si optas por una base tapizada o canapé abatible, la transpirabilidad del tejido es clave para evitar la acumulación de humedad, especialmente con colchones de látex o viscoelástica. Algunos modelos incluyen perforaciones o válvulas de ventilación extra.
Muelles Hidráulicos (en Canapés): Si eliges un canapé abatible, la calidad de los pistones hidráulicos es fundamental para asegurar una apertura suave y que puedan soportar el peso de la tapa y el colchón sin esfuerzo.
Tamaño Plegado y Almacenamiento: Si necesitas un somier para uso ocasional, considera modelos plegables o enrollables que ocupen poco espacio al guardarse.
Montaje y Transporte: Considera cómo te llegará el somier y si necesitarás ayuda para subirlo o montarlo. Los somieres rígidos suelen entregarse a pie de calle y son difíciles de manejar. Los que requieren montaje vienen en cajas más pequeñas y manejables, pero necesitarás herramientas (a veces incluidas) y seguir instrucciones. Si no eres hábil con el montaje, busca modelos con montaje incluido o muy sencillo (patas de rosca).
Preguntas Frecuentes sobre Somieres
¿Qué tipo de somier es mejor para un colchón de muelles ensacados?
Lo más recomendable es una base rígida, como una base tapizada o un canapé abatible con tablero de madera. Proporcionan el soporte uniforme que este tipo de colchones necesita.
¿Puede un somier de láminas dañar mi colchón?
Un somier de láminas adecuado no debería dañar tu colchón. Sin embargo, si las láminas son muy finas, están muy separadas o son de mala calidad, podrían no ofrecer el soporte adecuado o incluso clavarse en el colchón (especialmente si este es delgado), afectando su durabilidad y tu comodidad.
¿Necesito patas en mi somier?
Depende de tu estructura de cama. Si tienes un armazón con soporte para la base, no necesitas patas. Si el somier es una base independiente, sí necesitará patas para elevarlo del suelo y proporcionar estabilidad.
¿Qué es un somier articulado y para quién es recomendable?
Un somier articulado es una base motorizada que permite elevar o reclinar diferentes secciones de la cama. Es recomendable para personas con problemas circulatorios, respiratorios, de reflujo gástrico, dolores de espalda o que simplemente disfrutan leyendo o viendo la tele en la cama. Requiere un colchón flexible (látex, espuma, viscoelástica).
¿Cómo sé si mi somier es demasiado ruidoso?
Un somier es ruidoso si produce chirridos o crujidos al moverte sobre él. Esto suele indicar desgaste en las rótulas o uniones metálicas. A veces, ajustar los tensores lumbares o lubricar ligeramente las juntas puede ayudar, pero si persiste, podría ser hora de reemplazarlo.
¿La transpirabilidad del somier es realmente importante?
Sí, es muy importante. Una buena transpirabilidad permite que la humedad (sudor) se evapore del colchón, manteniéndolo seco, higiénico y prolongando su vida útil. Es especialmente crucial para colchones de látex y viscoelástica.
¿Qué diferencia hay entre una base tapizada y un canapé abatible?
Ambos tienen una superficie de descanso rígida y tapizada. La principal diferencia es que la base tapizada tiene patas y deja espacio libre debajo, mientras que el canapé abatible tiene una estructura cerrada que llega hasta el suelo, ofreciendo un gran espacio de almacenamiento interno accesible al levantar la tapa.
Conclusión
Elegir el somier adecuado es una decisión tan importante como seleccionar el colchón perfecto. La base de tu cama influye directamente en el soporte, la durabilidad, la higiene y el confort de tu equipo de descanso. Esperamos que esta guía completa te haya proporcionado la información necesaria para entender los diferentes tipos, materiales y factores clave a considerar. Al invertir tiempo en seleccionar el somier correcto, estarás asegurando un descanso de calidad durante muchos años y prolongando la vida útil de tu colchón. ¡Que duermas bien!
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