15/03/2025
Ver a tu bebé empezar a moverse es uno de los momentos más emocionantes y, a veces, desafiantes de la crianza. Esa pequeña personita, llena de energía y curiosidad, pronto querrá explorar cada rincón del mundo que lo rodea. Desde los primeros giros hasta los intentos de desplazarse, cada movimiento es un paso importante en su desarrollo. Es natural sentir una mezcla de orgullo y nerviosismo mientras los observas ganar independencia.

A medida que tu bebé crece y gana fuerza, comenzará a buscar formas de trasladarse por sí mismo. El gateo es, para muchos, la primera gran aventura motora, abriendo un universo de posibilidades para la exploración. Sin embargo, no existe una única forma 'correcta' de gatear. Cada bebé es un individuo con su propio ritmo y estilo. Entender estas variaciones puede ayudarte a acompañar a tu hijo con confianza y seguridad.
¿Cuándo Suelen Empezar a Gatear los Bebés?
No hay una fecha exacta marcada en el calendario para el inicio del gateo, ya que el desarrollo de cada bebé es único. La mayoría de los especialistas coinciden en que, en su afán de descubrir el entorno, los bebés suelen empezar a mostrar movimientos de desplazamiento alrededor de los 8 meses de edad. En esta etapa, ya han desarrollado habilidades como girar, intentar levantar el torso o balancearse sobre manos y rodillas.
Es fundamental recordar que estos son solo promedios. Algunos bebés pueden empezar a gatear un poco antes o después. Y lo que es igualmente importante, algunos niños se saltan por completo la etapa del gateo y pasan directamente a intentar ponerse de pie y dar sus primeros pasos agarrándose a los muebles. Lo crucial es que el bebé tenga la oportunidad de moverse libremente en un entorno seguro que le permita desarrollar su motricidad gruesa a su propio ritmo.
La Importancia del Gateo en el Desarrollo Infantil
Aunque algunos bebés no gateen de forma tradicional o lo omitan, esta etapa es increíblemente beneficiosa para quienes sí la experimentan. El gateo es mucho más que solo moverse de un lugar a otro; es un ejercicio complejo que impacta positivamente en diversas áreas del desarrollo:
- Coordinación Cerebral: Al usar ambos lados del cuerpo de forma coordinada (brazo y pierna opuestos en el gateo clásico), se estimula la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales.
- Desarrollo Visual: El gateo ayuda a que los ojos aprendan a enfocar a diferentes distancias (del suelo a un objeto lejano) y a desarrollar la visión binocular y la percepción de profundidad.
- Fortalecimiento Muscular: Gatear fortalece los músculos de los hombros, brazos, espalda, abdomen, caderas y piernas, preparando el cuerpo para la siguiente etapa: caminar.
- Conciencia Corporal y Espacial: El bebé aprende sobre su propio cuerpo en relación con el espacio, las distancias, las alturas y cómo sortear obstáculos.
- Habilidades Motoras Finas y Gruesas: Se afinan la coordinación ojo-mano y ojo-pie, esenciales para futuras habilidades como escribir o practicar deportes.
- Desarrollo Sensorial: El contacto constante de manos y rodillas con diferentes texturas del suelo proporciona una rica estimulación táctil.
- Independencia y Autonomía: Poder moverse por sí solo aumenta la confianza del bebé y su deseo de explorar, fomentando la autonomía.
Es una etapa de gran aprendizaje físico y cognitivo que construye las bases para movimientos más complejos.
Tipos de Gateo: Una Variedad Fascinante
Como mencionamos, cada bebé es un pequeño explorador con su propio estilo. La forma en que deciden desplazarse suele ser la que les resulta más eficiente y cómoda en ese momento de su desarrollo. Los especialistas han observado y catalogado diversas formas de gatear, mostrando la increíble creatividad de los bebés para moverse. Conocerlas puede ayudarte a identificar el estilo de tu pequeño y entender que la variación es normal:
- Gateo Clásico (o Cruzado): Es la imagen que la mayoría tiene en mente. El bebé se apoya sobre manos y rodillas y mueve un brazo y la pierna opuesta simultáneamente para avanzar.
- Gateo de Oso: Similar al clásico, pero el bebé mantiene los brazos y las piernas más rectos, elevando las caderas y pareciendo caminar a cuatro patas como un oso.
- Gateo sobre el Vientre (o Arrastre): El bebé se desplaza arrastrando el cuerpo sobre el suelo, usando los brazos para tirar y las piernas para empujar. Puede parecerse al movimiento de un soldado reptando.
- Gateo Sentado: Este es el estilo que quizás te ha llamado la atención. El bebé permanece sentado sobre sus nalgas y utiliza sus brazos y a veces una pierna para impulsarse y moverse, a menudo desplazándose de lado o hacia adelante con movimientos de arrastre sentado. Es una forma completamente válida de moverse si le resulta efectiva a tu bebé.
- Gateo de Cangrejo: El bebé se mueve lateralmente, a menudo usando un lado del cuerpo más que el otro, recordando el movimiento de un cangrejo.
- Gateo Rodante: Algunos bebés descubren que rodar es la forma más rápida de ir de un punto A a un punto B y la utilizan como su principal método de desplazamiento.
- Gateo Crol: El bebé se arrastra sobre la barriga, moviendo los brazos alternativamente como si estuviera nadando crol, y luego usando las piernas para impulsarse.
- Pequeña Oruga: Un estilo menos común donde el bebé, a veces boca arriba, arquea la espalda y se impulsa hacia adelante usando brazos y piernas.
- Salto del Conejo: El bebé mueve ambos brazos a la vez y luego ambas piernas, creando un movimiento saltarín para avanzar.
- Gateo de Serpiente: El bebé repta sobre su vientre, moviendo el cuerpo de lado a lado de forma ondulatoria, similar al movimiento de una serpiente.
Como ves, el "gateo sentado" es simplemente uno de los muchos estilos que un bebé puede adoptar. No indica un problema, sino que es la forma que tu hijo ha encontrado para ser eficiente en su movimiento.
Cómo Estimular el Movimiento y el Gateo en Casa
La mejor manera de apoyar a tu bebé en su desarrollo motor es proporcionarle un entorno seguro y estimulante, y sobre todo, mucho tiempo libre en el suelo. Aquí tienes algunas ideas para fomentar su deseo de moverse:
- Tiempo Boca Abajo (Tummy Time): Desde muy pequeños, acostumbrar al bebé a pasar tiempo boca abajo mientras está despierto y vigilado fortalece los músculos necesarios para el gateo y otros movimientos.
- Juguetes al Alcance (Pero No Demasiado): Coloca sus juguetes favoritos a una distancia que lo motive a esforzarse para alcanzarlos, ya sea estirándose, girando o intentando desplazarse.
- Crea Pistas de Obstáculos Suaves: Usa almohadas, cojines o mantas enrolladas para crear pequeños desafíos que lo animen a trepar o rodear, mejorando su coordinación y planificación motora.
- Anímale a Moverse Contigo: Ponte a cuatro patas frente a él y muévete lentamente hacia adelante y hacia atrás, invitándolo a imitarte o a seguirte.
- Juegos Sentado entre tus Piernas: Siéntate en el suelo con las piernas abiertas y coloca a tu bebé sentado entre ellas. Pon juguetes fuera de su alcance directo para que tenga que desplazarse sobre tus piernas para conseguirlos.
- Explora Diferentes Superficies Seguras: Permite que experimente con diferentes texturas bajo vigilancia (una alfombra, un suelo de madera, quizás césped suave en el exterior), lo que enriquecerá su experiencia sensorial.
Lo más importante es ofrecerle la oportunidad de practicar y explorar por sí solo, sin forzar posturas o movimientos para los que aún no está preparado.
¿Qué Pasa Si Mi Bebé No Gatea o Solo Gatea Sentado?
Es una preocupación común para muchos padres. Sin embargo, como ya hemos visto, saltarse el gateo o adoptar un estilo menos común como el gateo sentado es perfectamente normal para muchos bebés. El hecho de que un bebé no gatee de forma clásica no significa que tenga un retraso en su desarrollo.

Algunos factores que pueden influir en que un bebé no gatee o lo haga de forma diferente incluyen:
- Tiempo Insuficiente en el Suelo: Los bebés necesitan mucho tiempo libre en una superficie segura para experimentar con el movimiento. Pasar demasiado tiempo en sillas de paseo, hamacas o portabebés puede limitar esta oportunidad.
- Ser Sentados Prematuramente: Si se sienta a un bebé antes de que él mismo pueda hacerlo por sí solo, puede que se acostumbre a esa postura y no explore tanto las posiciones boca abajo o a cuatro patas que llevan al gateo clásico.
- Uso de Andadores: Los andadores pueden inhibir el gateo e incluso retrasar el inicio de la marcha independiente, además de no ser seguros.
- Preferencias Individuales: Simplemente, algunos bebés encuentran otras formas de desplazarse más eficientes para ellos en ese momento.
Si tu bebé se desplaza de forma sentada, rodando, arrastrándose o ha pasado directamente a intentar ponerse de pie, y muestra curiosidad por moverse y explorar, no hay motivo de alarma. Lo importante es que gane habilidades motoras y confianza en su cuerpo. Si tienes dudas sobre su desarrollo general, siempre es recomendable consultarlo con tu pediatra.
Después del Gateo: Hacia la Bipedestación
El gateo es a menudo el preludio de la gran hazaña de caminar. Una vez que el bebé ha fortalecido sus músculos y ha desarrollado su sentido del equilibrio y la coordinación a través del gateo (o sus alternativas), comenzará a intentar ponerse de pie, agarrándose a los muebles y dando pasitos laterales. Es común que, entre los 16 y 24 meses, los niños alternen entre caminar y volver a gatear, especialmente cuando quieren moverse rápido o se sienten inseguros. Esto es completamente normal y beneficioso, ya que siguen practicando habilidades motoras y visuales.
Preguntas Frecuentes sobre el Gateo
Aquí respondemos algunas dudas comunes que suelen tener los padres:
¿Es el gateo sentado un signo de algún problema?
No, en absoluto. El gateo sentado es simplemente uno de los muchos estilos de desplazamiento que los bebés pueden adoptar. Indica que tu bebé ha encontrado una forma efectiva para él de moverse y explorar su entorno. Lo importante es que se mueva y muestre interés en desplazarse.
¿Debo preocuparme si mi bebé no gatea en absoluto?
En la mayoría de los casos, no. Muchos bebés sanos y con un desarrollo típico se saltan la etapa del gateo y pasan directamente a caminar. Siempre que tu bebé esté desarrollando otras habilidades motoras (como sentarse, girar, y eventualmente intentar ponerse de pie) y muestre curiosidad por su entorno, la ausencia de gateo clásico no suele ser motivo de alarma. Consulta con tu pediatra si tienes inquietudes específicas sobre el desarrollo de tu hijo.
¿A qué edad debería empezar a caminar mi bebé?
La mayoría de los bebés dan sus primeros pasos independientes entre los 12 y los 15 meses, aunque el rango normal es bastante amplio, pudiendo ocurrir entre los 9 y los 18 meses. Al igual que con el gateo, el ritmo es individual.
¿Cómo sé si mi bebé recibe suficiente estimulación para moverse?
La mejor estimulación es proporcionarle un entorno seguro donde pueda pasar tiempo en el suelo sin restricciones, explorando y practicando sus movimientos de forma libre. Animarle a jugar y alcanzar objetos, pasar tiempo de calidad contigo en el suelo y permitirle experimentar son las claves.
En resumen, el viaje de tu bebé a través del movimiento es una aventura personal y única. El gateo, en cualquiera de sus formas (incluyendo el sentado), o incluso saltárselo, es parte de ese proceso. Celebra cada pequeño logro, proporciona un entorno seguro para la exploración y, ante cualquier duda, busca la orientación de profesionales de la salud infantil.
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